Sawako Kuronuma, apodada "Sadako" por sus compañeros dado su parecido a Sadako Yamamura, siempre se ha expresado mal, o mejor dicho no sabe cómo hacerlo. Su mejor intento de una amable sonrisa es fácilmente confundido con un gesto psicótico o la cara del más aterrador espíritu maligno, impidiendo esto durante toda su vida que la gente conozca su dulce e inocente carácter.